El sábado pasado fue uno de esos días en que no planeas nada y acaba saliendo un día redondo. Después de comer con mis padres y mi hermana en el centro de Santiago, propuse acercarnos a la catedral a ver si quedaban entradas para la visita a la Tribuna, una visita que llevaba mucho tiempo queriendo hacer. La había planeado varias veces, pero al final era imposible ponernos todos de acuerdo y que hubiese plazas suficientes, ya que sólo se puede subir en grupos de 12 personas.

Las visitas son en horario de mañana y tarde: de lunes a viernes, a las 11:00h y a las 18:00h y los sábados y domingos, a las 11:00h y 17:00h. El coste es de 10€ por persona.

Eran ya casi las 17:00, así que no tenía muchas esperanzas, pero por fortuna sí quedaban 5 plazas disponibles y después de una breve confusión con las entradas (nos dieron tejados en vez de tribuna y tuvimos que volver a cambiarlas) empezamos las visita.

Acceso y breve explicación

La visita comienza en la cripta del Pórtico de la Gloria, que simboliza el mundo, representado con un sol y una luna en lo alto de los puntos de unión de los arcos. Desde allí subimos a través de una de las torres de la catedral hacia la propia tribuna, lo que vendría a ser el segundo piso de la catedral y que simbolizaría el cielo, representado aquí mediante un cordero. La planta de la catedral sería el paso intermedio entre el mundo humano y el reino celestial, representando el Pórtico de la Gloria el Apocalipsis. En la tribuna, llaman la atención los arcos dobles de las ventanas con sus capiteles trabajados en granito, un material muy duro y por tanto que requiere un laborioso trabajo de esculpido. 

Desde allí arriba se podía apreciar perfectamente el estilo de la catedral: la bóveda central de cañón y los esbeltos arcos de medio punto sobre los que se asienta la tribuna que recorre el templo aportándole luz,

Vista de la nave central

Vista de las naves laterales. En el medio, el botafumeiro

Nos dieron una breve explicación de la construcción de la catedral, y enseguida pasaron a explicarnos la tribuna más específicamente. En origen, su uso era servir de palco para los reyes, al mismo tiempo que aporta la iluminación a la nave central. De manera excepcional, podía dar refugio a los peregrinos en caso de que los albergues de la ciudad estuvieran llenos.

La catedral comenzó a construirse en el siglo XI y en origen su puerta oeste era de estilo románico, presidida por un gran rosetón. La archiconocida fachada barroca del Obradoiro no fue construida hast el siglo XVIII, para proteger el Pórtico de la Gloria de la semi-intemperie a la que estaba expuesto. Para tal fin, se diseñaron en la fachada grandes ventanales, y detrás de ella un gran rosetón, carente de todo vidrio o cristal, que permite que una parte que la luz acceda al interior, y de otra ver el cordero místico desde la propia planta de la catedral.

Ventanas de la fachada del Obradoiro

Gigantes

La Tribuna funciona un poco de "almacén" de la catedral. Entre otras cosas, se guardan aquí los gigantes o cabezudos que se sacaban en procesión el día 25 de julio y en las fiestas del Corpus Christi. Su origen era religioso pero con el tiempo lo ha perdido. Representaban a los peregrinos venidos desde los 3 continentes que se conocían en aquel entonces (Europa, Asia y África), además de un Coco y una Coca, que representan el alcalde y la alcaldesa (símbolos del máximo poder al que puede aspirar una persona). Estos en concreto fueron remodelados en 1993, pero respetando la apariencia y el tamaño de los originales, a través de los testimonios encontrados.

Representantes de África

Representantes de Asia(izquerda) y a la derecha una peregrina europea

La Coca y el Coco

Órgano

En origen había un órgano a cada lado de la catedral, pero después se fusionaron y ahora funcionan como un único órgano. Se encuentra en la parte central de la nave principal. El órgano se toca diariamente a las 12:00, en la misa del peregrino y a las 19.30 en la misa vespertina. Por supuesto también en fiestas y celebraciones especiales. Está dividido en dos cuerpos situados a ambos lados de la nave central. Su decoración barroca está hecha a base de ángeles y motivos vegetales.

Sobre la Quintana

Fuimos bordeando la catedral a través de la tribuna, ya que la recorre entera a semejanza de lo que podrías hacer en el suelo. A través de una pequeña puerta salimos a una parte de los tejados de la catedral, en la Plaza de la Quintana:
  
Nos encontrábamos debajo de la Torre del Reloj o Torre de la Berenguela

La Berenguela desde los tejados

Detalle de la decoración en la base de la Torre

Después volvimos a entrar al interior de la catedral. Durante todo el recorrido sobre la tribuna pudimos ver pequeñas ventanas con vista a Platerias:
Y las marcas de los canteros en la piedra:

Baldaquino

Por fin llegamos al centro de la nave, donde se encuentra el baldaquino de madera dorada, construido justo encima de la tumba del Apóstol. Está sostenido por ángeles, que representan la ascensión al reino de los cielos del Apóstol.
A cada lado, se encuentran representadas las virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Justicia

Fortaleza

Templanza

Prudencia (a la izquierda. con una serpiente en su mano derecha)

Y por supuesto en el centro el Apóstol representado sobre un caballo blanco y con turcos a sus pies (en el momento de construcción del baldaquino, el imperio otomano estaba en plena expansión, habiendo llegado hasta Austria).

Debajo se encuentra, de nuevo, el Apóstol, rodeado de reyes que le rinden honores. Lo malo de verlo todo tan cerca fue darse cuenta del mal estado en que se encuentra todo. El baldaquino está lleno de polvo, y las pinturas del techo apenas existen. No es que no lo supiéramos, de hecho desde el suelo se pueden ver las pinturas y el techo negro, pero comprobarlo in situ daba todavía más pena.

Figura del Apóstol y polvo por todas partes :(

Respecto a las pinturas del techo, comentaron que su mal estado de conservación se debe a que en un momento de su historia se usó hormigón para restaurar y conservar la torre que se encuentra sobre el baldaquino (el cimborrio, concretamente), ya que filtraba agua. El hormigón impide que la piedra respire y en consecuencia la humedad no se evapora y ataca las pinturas.

Detalle del mal estado de conservación de las pinturas

Aquí también se encuentra la tribuna real, desde donde reyes y príncipes podían seguir la misa, separados de los plebeyos y con vistas privilegiadas.

El que la visita sea los sábados y domingos a las 17:00, en vez de a las 18:00 como entre semana, tiene un motivo, y es que a esa hora empieza la misa. Eso fue precisamente lo que nos pasó. Empezó la misa con sus cánticos y la guía dio por finalizada la explicación. La visita apenas duró unos minutos más, el tiempo que nos llevó llegar del baldaquino a la torre de entrada. De camino, más muestras de que se usa como almacén, con figuras varias, piezas, piedras y estanterías llenas de cajas rotuladas "piedras".

A pesar de todo, la visita me encantó, la catedral me encanta, y las visitas guiadas permiten descubrir pequeños detalles que me fascinan. Además, la entrada a la tribuna da derecho también a visitar el Museo de la Catedral, uno de mis museos favoritos en Santiago. En el próximo post os contaré por qué ;)