Éste es un post que intenta resumir las experiencias del viaje, esas cosas que luego se olvidan con el tiempo y que realmente constituyen casi la esencia del mismo. Éstas han sido las nuestras:
NOS HA ENCANTADO / GRANDES EXPERIENCIAS
- El otoño en los bosques rusos: Aunque nosotros queríamos ir en las noches blancas, cuando se presentó la oportunidad de ir en octubre ni nos lo pensamos, y la verdad es que también merece la pena viajar en esta época. Los bosques están preciosos con los colores otoñales, y visitar los parques de los palacios es muy agradable. Si además tiene la suerte de ver unas cuantas ardillas hacer acopio de bellotas para el invierno, volverás encantado, como nosotros.
- Las iglesias ortodoxas: Si su exterior es ya de por sí sorprendente, con esas llamativas cúpulas encebolladas de mil colores, el interior no se queda atrás. Es más, a veces el interior es incluso más bonito que el exterior, y eso es decir mucho. Las pinturas de suelo a techo y el recogimiento sobrecogían nada más entrar.
- Encontrarnos con Cirilo I en el Vaticano Ruso: Toda una sorpresa ver que el revuelo que había montado en el Monasterio Trinitario de San Sergio era porque estaba el patriarca ruso (el papa ortodoxo), Cirilo I.
- Viajar en tren de noche: Es verdad que hoy en día ya no tiene ese halo de romanticismo que tenía, y que se puede disfrutar de esa misma experiencia en otros sitios con mejores trenes, pero era nuestra primera noche en tren y la disfrutamos muchísimo (la ida en camarote privado, claro, la vuelta en compartido ya no lo fue tanto). Una cosa para tachar de nuestra bucket list.
- El metro de Moscú: Bueno, bonito y barato. Más bien supereficaz, precioso y muy barato. (ver sección de imprescindibles)
- La traducción en cirílico: El ruso no parece muy difícil, y hay muchas palabras que se escriben tal y como se pronuncian en otros idiomas. Por eso nos hacía gracia la traducción de las cadenas internacionales como McDonald's o Starbucks al cirílico.