Este viaje fue totalmente inesperado. Mis suegros y mi cuñado querían ir a ver un partido del Barça, y consiguieron 4 entradas para uno de los palcos VIP. Pero mi cuñado, que llevaba años diciendo que su sueño era ir a ver el Barça, decidió que el no quería ir al palco, que prefería conseguir unas entradas normales y verlo en la grada para vivir la experiencia. Así que un miércoles recibimos una llamada de mis suegros diciendo que les sobraban dos entradas VIP y que si queríamos ir. El fútbol a mi no me llama mucho, las temperaturas bajo cero que se esperaban para ese fin de semana en Barcelona tampoco, pero el viaje pagado y palco VIP con pinchos incluidos...hell yeah!!!