El fin de semana nos acercamos hasta el mirador del Pico Sacro. Este monte tiene una original silueta puntiaguda, y está compuesto principalmente de rocas. Se dice que aquí llegaron los discípulos del Apóstol Santiago buscando unos bueyes para transportar el cuerpo del Apóstol. En realidad no había bueyes, sino toros bravos, que cuando estos hicieron la señal de la santa cruz, fueron mágicamente amansados.
El domingo hacía un día espléndido, así que visitamos Ponte Maceira. Esta pequeña aldea está muy cerca de Santiago, y es muy conocida por su puente del siglo XIII sobre el río Tambre.